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Actualizado a: 17 de octubre de 2023
Existen multitud de adaptadores y conversores en el mercado de hardware. Tal es la diversidad que la incompatibilidad entre diferentes tipos de puertos o interfaces ya no resulta un problema. Otra de las opciones más relevantes son los adaptadores USB-HDMI, con los que poder enlazar estos dos puertos tan diferentes física, eléctrica y lógicamente.
En este artículo podrás aprender todo lo que necesitas saber sobre los adaptadores USB a HDMI, sobre su funcionamiento, si sirven realmente o no merecen la pena, las opciones disponibles, cómo elegir los mejores, etc.
Diferencias entre USB y HDMI
El USB se ha hecho alarde de su nombre y se ha transformado en el puerto más extendido, usando y universal que existe. Casi todos los dispositivos actuales, tanto PCs, TVs, reproductores, impresoras, dispositivos móviles, etc., cuentan con este tipo de conexiones.
HDMI también se ha vuelto muy popular, pero en este caso restringido al transporte de vídeo y sonido. Ambos son muy diferentes no solo en cuanto a la versatilidad, también en cuanto a características técnicas:
HDMI (High Definition Multimedia Interface)
Este puerto fue desarrollado en 2002 y llegó a los primeros dispositivos un año después. Permite transportar señal de vídeo y de audio de gran calidad, estabilidad, y en formato digital. Se diseñó para sustituir a conectores antiguos como el Euroconector o SCART y los antiguos RCA.
Sus impulsores fueron las empresas Hitachi, Matsushita (Panasonic), Philips, Sony, Thomson (RCA), Toshiba, y Silicon Image. En cuanto a prestaciones, uno de sus últimas versiones, como la HDMI 2.1 de 2017, tiene un ancho de banda de hasta 48 Gb/s, soporta resoluciones de hasta 10K, HDR dinámico, tasas de 60 Hz a 8K y 120Hz a 4K, así como funciones ALLM y VRR para gaming. Aquí te contamos más sobre qué cable HDMI comprar.
USB (Universal Serial Bus)
Es una interfaz digital para transferencia de datos de muchos tipos (vídeo, audio, información en general…), e incluso para la carga de dispositivos con batería o para alimentar otros como los medios extraíbles. Existen varios formatos, como el A (más convencional y en forma rectangular), el B (no tan extendido y con forma más cuadriculada), y las versiones mini y micro de estos, así como el USB-C que se está imponiendo ahora incluso para vídeo en algunas tarjetas gráficas modernas.
En cuanto a velocidades de transferencia, la versión USB 1.0 puede llegar a los 1.5 Mb/s, la USB 1.1 hasta los 12 Mb/s, USB 2.0 hasta 480 Mb/s, la USB 3.0 hasta 4.8 Gb/s, la 3.1 hasta los 10 Gb/s y la 3.2 hasta los 20 Gb/s.
Cable HDMI a USB: ¿Para qué sirve? ¿Lo necesito?
El adaptador USB a HDMI es un dispositivo que puede ayudar a hacer compatibles algunos equipos que no serían entre sí dado la diferencia de interfaces elegidas para la comunicación. Entre las opciones disponibles encontrarás varias alternativas, como los que emplean USB A de diferentes versiones, hasta los que optan por USB-C, etc.
Muchos usuarios quieren conectar sus dispositivos móviles a la pantalla de la TV mediante uno de estos adaptadores, y así poder visualizar todo el contenido en un formato más cómodo. Por lo que si estás entre ellos, estos adaptadores te pueden ayudar mucho.
Una de las grandes ventajas de este cable es su capacidad para facilitar la grabación y transmisión de contenido en tiempo real. Esto lo convierte en una opción excelente para creadores de contenido, streamers y profesionales que buscan una solución de alta calidad para capturar y compartir video y audio.
Además, la posibilidad de utilizar cámaras con salidas HDMI como webcams de alta resolución añade un nivel de profesionalismo a las videoconferencias y grabaciones que las webcams estándar simplemente no pueden igualar. No obstante, es crucial tener en cuenta que la calidad y el rendimiento pueden variar según el adaptador y el software utilizados, por lo que es recomendable investigar antes de hacer una elección.
Sin embargo, este cable no está exento de limitaciones. La compatibilidad entre dispositivos puede ser un desafío, y la calidad del video podría verse comprometida durante la conversión de la señal. Además, algunos usuarios han informado de un ligero retraso en la transmisión, especialmente en aplicaciones en tiempo real como el streaming de videojuegos.
Cable USB Tipo C a HDMI: ¿Cómo funciona?
El cable USB Tipo C a HDMI es una solución cada vez más popular para conectar dispositivos con puertos USB-C a pantallas con entrada HDMI. Estos cables funcionan de manera similar a los adaptadores USB-HDMI, pero con algunas ventajas adicionales gracias a las capacidades del USB-C.
¿Qué es el USB Tipo C?
El USB Tipo C es un estándar de conexión que ofrece velocidades de transferencia de datos más rápidas y una mayor flexibilidad que las versiones anteriores de USB. A diferencia de los puertos USB tradicionales, el USB-C es reversible, lo que significa que no hay una forma «correcta» o «incorrecta» de conectarlo.
Funcionamiento del cable
Un cable USB-C a HDMI contiene un chip interno que convierte la señal de video digital del puerto USB-C a una señal HDMI. Esto permite que la imagen de tu dispositivo se muestre en una pantalla externa sin necesidad de software adicional. La mayoría de estos cables son plug-and-play, lo que significa que simplemente conectas los extremos correspondientes en los dispositivos y ya estás listo para empezar.
Pros y contras
¿Para quién es recomendable?
Este tipo de cable es ideal para aquellos que buscan una solución fácil y de alta calidad para conectar su dispositivo USB-C a una pantalla HDMI. Es especialmente útil para presentaciones, configuraciones de múltiples monitores y transmisión de contenido multimedia en alta definición.
Cómo elegir un adaptador USB a HDMI
Elegir el adaptador USB a HDMI adecuado puede ser una tarea compleja, especialmente si no estás familiarizado con las especificaciones técnicas y las diferencias entre los distintos modelos disponibles en el mercado. Aquí te ofrecemos algunas pautas que te ayudarán a tomar una decisión informada.
Compatibilidad de dispositivos
El primer aspecto a considerar es la compatibilidad entre tu dispositivo y el adaptador. Asegúrate de que el adaptador sea compatible con el sistema operativo de tu ordenador y con el puerto USB disponible, ya sea USB-A, USB-C o alguna otra variante. Además, verifica si el adaptador es compatible con la resolución y el formato de la pantalla a la que deseas conectarlo.
Calidad de vídeo
La calidad de vídeo es otro factor crucial. Si necesitas una transmisión de alta definición, busca adaptadores que soporten resoluciones de 1080p o incluso 4K. Algunos adaptadores de gama alta también ofrecen características como HDR, que pueden mejorar significativamente la calidad del vídeo.
Funciones adicionales
Algunos adaptadores vienen con funciones adicionales como múltiples puertos HDMI, puertos USB adicionales para periféricos o incluso un puerto Ethernet. Si necesitas estas funciones, asegúrate de elegir un adaptador que las ofrezca.
Precio
Por último, pero no menos importante, está el precio. Los adaptadores USB a HDMI varían significativamente en precio según las características y la marca. Establece un presupuesto y trata de encontrar el mejor adaptador que se ajuste a él, pero sin sacrificar las especificaciones que realmente necesitas.
¿Se pierde calidad con los adaptadores USB a HDMI?
Al igual que ocurre con otros adaptadores de vídeo, como los HDMI a VGA, o los DP a HDMI y viceversa, con los adaptadores USB a HDMI también te toparás con algunas limitaciones por parte de la interfaz USB. Y es que, al ser tan diferentes, los adaptadores tienen que tener una circuitería para poder convertir la señal binaria transmitida por el USB a una imagen que salga por el HDMI. Esto implica un trabajo adicional frente a otros adaptadores donde simplemente se tienen que adaptar la señal imagen-imagen para duplicar la imagen de entrada en la salida.
Además, la limitación del ancho de banda y velocidad del USB también limitará la resolución máxima admitida. Y, aunque generalmente los adaptadores del mercado no llegan al límite permitido por el estándar USB, aquí tienes algunas resoluciones para hacerte una idea:
- USB 2.0: hasta 1920×1080 px (FullHD) a 30 FPS.
- USB 3.0: hasta 2560×1440 px (2K) a 60 FPS.
- USB 3.1: hasta 3840×2160 px (4K) a 30 FPS.
Generalmente, los adaptadores que encontrarás suelen estar limitados a 1080p (los USB-C de la versión 3.1 sí que suelen llegar a 2K y 60 FPS o más), lo que no está mal para la mayoría de usos, pero no tendrás la calidad como con un HDMI nativo. En cuanto a la tasa de frames o fotogramas por segundo (FPS), como ves también está limitada dados los retrasos que hay en la conversión de las señales. Además, es posible que no sea del todo estable a lo largo del tiempo.
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